Inmarcesibles es un ensayo coreográfico que se construye como abstracciones de la relación íntima  entre Guyphytsy Aldalai y Aura Arreola. Un vínculo entre dos mujeres artistas que no puede definirse como puramente profesional, ni tampoco personal. Más bien liminar, inefable y abismal. El pensamiento coreográfico se vuelve entonces un territorio donde los afectos profundos y la reinvención de los parentescos florecen. Un manifiesto encarnado que en la brevedad de la existencia y lo efímero de los placeres busca hacerse espacio en donde parece no haberlo.  Inmarcesibles se propone como una contrapedagogía de la crueldad (Rita Segato) desde la cual Aura y Guyphytsy experimentan la vulnerabilidad como potencia política y estética. 

La creación coreográfica es un dinamismo deseante, una reconfiguración tenaz cuyos límites entre ficción y realidad se erosionan. Una intimidad radical que se teje frágilmente –parafraseando la conocida metáfora de la danza butoh–, entre dos cadáveres que intentan ponerse de pie.